Introducción
Los smart contracts son fragmentos de código publicados en una blockchain que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen las condiciones establecidas en el contrato. En esencia, un smart contract es un conjunto de instrucciones verificadas en la blockchain.
Para que funcionen no hace falta confiar en nadie: son autónomos, descentralizados, transparentes, irreversibles y no pueden modificarse después de su publicación. Actualmente son muy populares en el mundo DeFi, que se basa casi por completo en smart contracts para préstamos descentralizados, plataformas de intercambio o stablecoins. Sus posibilidades son enormes, aunque también tienen limitaciones.
Algunos dicen que los smart contracts podrían acabar con la abogacía o la contabilidad. Si podemos crear contratos transparentes que se ejecuten automáticamente según las reglas, ¿para qué necesitamos abogados o auditores? Sobre el papel suena lógico, pero en la práctica no siempre es tan simple. Algunas cláusulas son fáciles de automatizar, como el pago de un salario mensual, pero otras no, como determinar si un despido es justificado. Muchas situaciones legales se mueven en zonas grises que un smart contract no puede interpretar.
Smart contracts y casos de sí/no
Los smart contracts funcionan mejor en casos de sí/no, donde no hay lugar para interpretaciones. No pueden evaluar situaciones ambiguas, precisamente aquellas para las que seguimos necesitando abogados y jueces.
Esto significa que los smart contracts no reemplazarán todo el trabajo de abogados, jueces o contables, aunque sí pueden asumir tareas más simples. Su mayor ventaja es la eficiencia. Un ejemplo sería un seguro que paga automáticamente en función de parámetros concretos. Si tu vuelo llega con retraso, el smart contract puede comprobarlo y pagarte la compensación sin intervención humana.
En el ecosistema DeFi, los smart contracts son clave para préstamos con colateral. El contrato controla el valor de la garantía, gestiona los pagos de intereses y ajusta las condiciones según el mercado. Aunque DeFi ya es grande, aún estamos en las primeras fases de esta revolución.
Ethereum y los smart contracts
El líder indiscutible en smart contracts es Ethereum. El concepto fue planteado en 1994 por Nick Szabo, pero fue Ethereum, creado por Vitalik Buterin, el que lo llevó a la práctica a gran escala. Aunque se podría decir que todo lo que ocurre en Bitcoin también tiene que ver con smart contracts, Ethereum ofrece un abanico mucho más amplio de posibilidades.
Más del 50% de todas las aplicaciones DeFi funcionan con smart contracts en Ethereum, con un valor superior a 100.000 millones de dólares. Existen competidores como Cardano, Chainlink, Solana o Binance Smart Chain, pero ninguno se acerca aún al tamaño de Ethereum. El proyecto avanza hacia grandes cambios como la transición a Proof-of-Stake y la implementación de sharding, que aumentará la capacidad de la red y reducirá los costes de los contratos.
Aplicaciones de los smart contracts
En teoría, los smart contracts pueden usarse para casi todo. Por ejemplo, para definir que se necesitan dos de tres firmas para mover cierta cantidad de Bitcoin o Ethereum.
La mayoría de las dApps funcionan conectando smart contracts entre sí. Hay miles de ellas con distintos fines: desde finanzas (DeFi) hasta videojuegos o NFTs.
En DeFi, los smart contracts permiten ganar o pagar intereses sobre ahorros y préstamos. También se usan para crear exchanges descentralizados, casas de apuestas, sistemas de identidad digital, registros en la blockchain, subastas y más. Las aplicaciones parecen no tener límite.
El futuro de los smart contracts
Nadie sabe con certeza qué depara el futuro, pero lo que está claro es que los smart contracts no desaparecerán. Sus posibilidades son teóricamente infinitas, y la industria evoluciona tan rápido que es difícil predecir qué casos de uso dominarán en diez años.
Lo que sí es evidente es que ya son una pieza fundamental en Bitcoin, Ethereum y muchas otras blockchains. Cada vez más personas reconocen el valor de la descentralización, y los smart contracts son el motor de esa revolución.