¿Pueden existir alguna vez más de 21 millones de Bitcoin?

Uno de los principios básicos más conocidos de Bitcoin (BTC) es el límite de 21 millones de monedas. Este máximo, establecido por el creador Satoshi Nakamoto en el código de la red, garantiza que nunca habrá más de 21 millones de BTC en circulación. Ese límite hace que Bitcoin sea escaso. En combinación con el ciclo de halving, esa escasez también es predecible.

Sin embargo, los escépticos se preguntan si el límite de 21 millones es realmente intocable. ¿Se puede ajustar? ¿Y qué significaría eso para la red de Bitcoin?

¿Qué es un hard cap y por qué es importante?

Un límite máximo, o ‘hard cap’, se refiere a la oferta máxima de una criptomoneda. Para Bitcoin (BTC), ese límite es de 21 millones de monedas. Independientemente de la demanda o los esfuerzos de los mineros, no se añadirán más.

El valor de este límite reside en la absoluta escasez que crea. Al igual que el oro, Bitcoin está disponible en cantidades limitadas. Pero a diferencia del oro, la oferta no puede aumentar repentinamente debido a nuevos descubrimientos o innovaciones tecnológicas en la minería. Esta escasez digital hace que Bitcoin sea atractivo como reserva de valor y fortalece la confianza en la red.

Para los inversores, el halving predecible es especialmente importante. En él, la emisión de nuevas monedas se reduce a la mitad según un calendario fijo, aproximadamente cada cuatro años.

¿Cuántas monedas hay ahora?

Hasta ahora, se han minado más de 19,8 millones de Bitcoins. Por lo tanto, quedan menos de 1,2 millones de monedas que se introducirán en el mercado a través de la minería. Debido a que la emisión se vuelve más lenta, el límite de 21 millones no se alcanzará hasta 2140.

Ese hard cap hace que Bitcoin sea fundamentalmente diferente de las monedas tradicionales. Los bancos centrales pueden imprimir dinero extra en tiempos de crisis, lo que a menudo conduce a la inflación y la disminución del poder adquisitivo. Bitcoin, por otro lado, tiene un límite superior fijo.

Satoshi Nakamoto diseñó este modelo a propósito para crear escasez digital, como alternativa a las monedas fiduciarias susceptibles a la inflación. Grandes criptomonedas como Ethereum (ETH) y Solana (SOL) no tienen un límite superior fijo y siguen una política monetaria diferente.

Sin embargo, a lo largo de los años ha habido discusión. En los primeros años, los desarrolladores se preguntaban si los mineros seguirían motivados una vez que todas las monedas se hubieran minado. Según Nakamoto, las tarifas de transacción deberían generar suficientes ingresos en ese punto.

Las llamadas guerras de tamaño de bloque en 2017 mostraron lo difícil que es incluso hacer pequeños cambios en el código. Un acalorado debate sobre el tamaño máximo de bloque condujo a una división y al nacimiento de Bitcoin Cash. Esto muestra lo difícil que es alcanzar un consenso, incluso sobre temas técnicos relativamente menos fundamentales que el hard cap.

Potenciales consecuencias de un ajuste

Si alguna vez se intentara aumentar el hard cap de 21 millones, las consecuencias serían grandes. En primer lugar, la confianza en Bitcoin se vería seriamente dañada. El valor de la moneda se basa, después de todo, en la certeza de la escasez. Por lo tanto, es muy improbable que tal idea prospere.

Si una parte de la comunidad aún así apoyara esto, llevaría a una división dura dentro de la red, un llamado hard fork. Esto resultaría en dos blockchains separadas: una que se adhiere a las reglas originales y otra que implementa el ajuste. La historia ha demostrado que tales divisiones raramente mantienen el mismo valor o apoyo amplio como la cadena original de Bitcoin.

El mejor ejemplo de tal hard fork es el hard fork de Ethereum en 2016. Después de un hackeo, millones de ETH fueron robados. La comunidad decidió implementar un hard fork para revertir los fondos robados. Esto llevó a una división: la nueva red continuó como Ethereum (ETH), mientras que una parte de los usuarios continuó la cadena antigua bajo el nombre de Ethereum Classic (ETC).

La posibilidad de un hard fork del Bitcoin parece hoy en día, ahora que Bitcoin se ha establecido como un activo financiero serio, realmente nula. Desarrolladores, mineros y operadores de nodos juegan un papel crucial en esto. Se ven a sí mismos como guardianes de los principios fundamentales de Bitcoin y tienen poco interés en abandonar la escasez. También las partes institucionales, que tienen una influencia cada vez mayor, tendrían dificultades para adoptar una variante ajustada.

El límite de 21 millones como el ADN de Bitcoin

El límite de 21 millones es el ADN de Bitcoin. Es una promesa de que la moneda nunca será devaluada por un aumento de la oferta. Esa confianza hace que Bitcoin sea atractivo tanto para inversores privados como institucionales que buscan protección contra la inflación.

En teoría, el límite es ajustable, porque es solo una regla en el código. En la práctica, la posibilidad de eso es nula. La comunidad ve la escasez como la base del network. Cualquier intento de cambio llevaría a la división, pérdida de confianza y probablemente a una división menos exitosa.

El límite de 21 millones es, por lo tanto, más que un número. Es el núcleo de la identidad de Bitcoin y la promesa que distingue a la moneda de las monedas tradicionales y otros proyectos criptográficos. Justo esa escasez inmutable hace que Bitcoin sea único, confiable y quizás el producto financiero de mejor rendimiento jamás creado.