¿Qué es una ICO?

Introducción

ICO es la abreviatura de Initial Coin Offering y proviene de IPO, que significa Initial Public Offering. La abreviatura IPO procede del mundo financiero tradicional y se refiere simplemente al momento en que las acciones de una empresa se hacen negociables por primera vez en el mercado público. Una ICO es el instante en que los tokens de un nuevo proyecto se ponen a disposición del público.

Bitcoin no salió al mercado mediante una ICO, pero la número dos, Ethereum, sí celebró una ICO en 2014. En esa ocasión, las personas tuvieron la oportunidad de comprar tokens de Ethereum a cambio de Bitcoin. En total, durante la ICO de Ethereum se vendieron 50 millones de tokens por aproximadamente 17,3 millones de dólares en Bitcoin. Una cuenta rápida nos dice que durante la ICO de Ethereum pagabas solo 0,346 dólares por un Ethereum. Esa es precisamente la gran ventaja de participar en una ICO: eres de los primeros en entrar. El riesgo, por supuesto, es que el proyecto nunca llegue a despegar. En el caso de Ethereum podemos decir que salió bastante bien.

La primera ICO

Aunque la mayoría de las ICOs se realizan en Ethereum, la primera ICO de la historia, la de Mastercoin, tuvo lugar en la red de Bitcoin. En 2013, el equipo de Mastercoin quiso crear una segunda capa sobre Bitcoin que hiciera posible emitir tokens en la red. El proyecto recaudó fondos durante un mes para financiarse. Los usuarios podían enviar Bitcoin a la dirección Exodus de Mastercoin y, a cambio de cada Bitcoin, recibían 100 Mastercoin más 10 adicionales hasta el final de la ICO. Mastercoin recaudó más de 5.120 Bitcoin, con un valor de unos 500.000 dólares en aquel momento. Hoy en día el proyecto sobrevive bajo el nombre Omni, pero con una capitalización de mercado de apenas 2 millones de dólares, su relevancia es mínima.

El boom de las ICOs en 2017 – 2018

Entre 2017 y 2018, las ICOs fueron el tema central en el mundo cripto. Esta popular forma de crowdfunding vivió su época dorada. La recaudación de fondos mediante la primera venta de nuevos tokens se realizaba principalmente en la blockchain de Ethereum. Gracias a ello se recaudaron miles de millones de dólares para nuevos proyectos. De esta etapa surgió una enorme cantidad de iniciativas que dieron forma a Ethereum y al ecosistema en general. Durante este período se lanzaron más de 2.000 tokens diferentes que consiguieron más de 22.000 millones de dólares en financiación. Sin embargo, también proliferaron muchos proyectos fraudulentos que dañaron la reputación de la industria.

La mayor ICO de la historia

La mayor ICO en la historia hasta ahora ha sido la de EOS. El proyecto de Dan Larimer recaudó un total de 4.200 millones de dólares para construir su plataforma. Lo particular de la ICO de EOS es que duró 365 días. Los inversores tuvieron un largo periodo de tiempo para participar, mientras que la mayoría de las ICOs solían agotarse en segundos. EOS se presentó como un competidor de Ethereum, pero hasta la fecha no ha logrado cumplir con esas expectativas. El 31 de diciembre de 2020, su fundador Dan Larimer abandonó el proyecto, lo que dejó el futuro de EOS en entredicho y provocó una caída del 16% en su token. Queda por ver si volveremos a escuchar buenas noticias de la mayor ICO de la historia del sector.

Cada vez más supervisión financiera sobre las ICOs

Entre 2017 y 2018, muchos proyectos salieron al mercado sin cumplir con las normativas financieras de los países en los que se vendían. Normalmente, cuando una empresa quiere emitir acciones, debe cumplir con múltiples requisitos para asegurar que los inversores estén debidamente informados. Si un proyecto no cumple con estas condiciones, en principio está infringiendo la ley y realizando una emisión ilegal. La demanda contra Ripple aborda precisamente este tema. Es probable que en los próximos años, sobre todo en Estados Unidos, más proyectos enfrenten demandas por este motivo.

El auge de las ICOs alcanzó su pico en el primer trimestre de 2018, cuando los proyectos recaudaron en total 6.300 millones de dólares. La más destacada fue la de EOS, ya mencionada, que también tuvo lugar ese año. Además, Telegram lanzó su propia ICO en 2018, con la que recaudó 1.700 millones de dólares. Sin embargo, esta venta fue privada y solo accesible a grandes inversores. En mayo de 2020, su fundador Pavel Durov anunció que el token Telegram Open Network (TON) nunca sería lanzado debido a problemas legales. No obstante, la moneda finalmente salió al mercado y desde principios de 2022 puede transferirse gratuitamente entre wallets dentro de Telegram. Otra ICO llamativa en 2018 fue la del navegador Brave, que recaudó la sorprendente cifra de 35 millones de dólares en menos de 30 segundos. Debido a la gran cantidad de estafas que surgieron entre estos proyectos, no sorprende que los reguladores de todo el mundo se hayan vuelto más estrictos con este tipo de ventas de tokens.

La mayor estafa de ICO de la historia

La ICO más grande y conocida que resultó ser una estafa fue sin duda la de Bitconnect. El proyecto afirmaba ser una criptomoneda de código abierto con un rendimiento garantizado del 40%. Lamentablemente para los inversores, Bitconnect resultó ser principalmente un esquema piramidal en el que los usuarios perdieron en total la asombrosa cantidad de 3.450 millones de dólares.

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